Escrito por Ainhoa Baucells

Cómo lidiar con el rechazo de la comida en bebés

Hacia los 6 meses de vida los bebés empiezan la época de transición hacia los alimentos diferentes a la leche. Esta época, que va de los 6 a los 12 meses, es la conocida como la época de la ‘Alimentación Complementaria’.

Recibe este nombre porque durante estos 6 meses, los alimentos pasan a ser complementarios a la leche. Los niños, poco a poco tienen que ir introduciendo los alimentos en su dieta e irse familiarizando con ellos sin perder de vista que la leche sigue siendo el alimento principal.

Mi bebé no quiere comer

Ahora bien, ¿qué puede ocurrir? Pues que algunos niños presenten poco o ningún interés por los otros alimentos que progresivamente se les van ofreciendo; como con la leche ya se van nutriendo y llenando, no quieren comer nada más.

Aunque evidentemente la leche (como ya hemos dicho) es muy importante, es imprescindible que vayan incorporando el resto de grupos de alimentos a su dieta para ayudar a su cuerpo a desarrollarse de forma correcta y prevenir enfermedades por déficit de nutrientes como el hierro, por ejemplo.

¿Cómo podemos ayudar a estos bebés?

Consejos para dar la comida al bebé que no quiere comer

Consejo 1. Ofrecer la leche después de las comidas

Las guías de práctica clínica recomiendan ofrecer la leche (tanto el pecho como la leche de fórmula) antes de las comidas para asegurar un buen aporte de la misma, y debe ser así siempre para que un bebé coma bien.

Ahora bien, en el momento en el que nos encontramos un peque que rechaza la comida, podríamos probar a ofrecerle la leche después. El quid de la cuestión es, que si el bebé está lleno por la toma de leche, su interés hacia los alimentos se reduce. Ahora bien, si tiene hambre, al exponerlo primero a la comida, igual se consigue que el interés hacia los alimentos sea mayor, y ya entonces, después de la comida (por mucho o poco que haya comido) se ofrecerá la leche.

Le podemos ofrecer toda la leche que el niño quiera. Si ha comido mucho no le dejaremos sin leche pensando ‘’que ya ha sido suficiente’’, es el bebé el que decidirá si ha sido suficiente o no.

Tampoco le dejaremos sin leche a modo ‘’de castigo’’ por haber comido poco. Podemos caer en el error de pensar que nos chantajea porque sabe que después viene la leche y por eso no come, pero no es la solución y el bebé necesita esa leche. Siempre ofreceremos la leche, que el niño/a decida si quiere o no, y cuánta.

 

Consejo 2. Crear un ambiente agradable en el momento de comer

Si a ti te cogieran y te ataran a una silla, además no te dejaran descubrir lo que tienes delante y encima te cambiaran los sabores cada 2 por 3 sin previo aviso, ¿crees que disfrutarías del momento de comer? Como que no… ¿verdad? Pues tu peque tampoco.

A los bebés de estas edades le gusta jugar, experimentar, descubrir, marranear… Pero llega el momento de la comida y les obligamos a estarse quietos y a abrir la boca como si fueran unos autómatas. Pues eso a muchos no les acaba de gustar.

Pesad que, literalmente, llevan toda su vida comiendo leche con el mismo sabor, a la misma temperatura y con la misma textura. El cambio es bastante radical.

Para que lo vayan aceptando poco a poco, deben familiarizarse antes y entender lo que es la comida, y para eso se necesita tiempo y mucha paciencia, dejándoles experimentar con los diferentes alimentos.

Dejemos que metan las manos en las papillas, que destrocen y jueguen con los alimentos, que se manchen, que escupan, que tiren la comida al suelo… Forma parte del proceso para que creen una relación sana con la comida.

Que utilicen sus sentidos y se diviertan a la hora de comer hará del momento de la comida un rato más divertido y agradable, lo que claramente les ayudará a comer mejor.

Consejo 3. No obligar ni forzar a acabárselo todo

Se sabe más que de sobras que los bebés y niños son perfectamente capaces de saber si tienen hambre o no, por lo que forzar a acabárselo todo es un error.

Igual que tú no siempre tienes la misma hambre, un bebé tampoco, así que estemos atentos a las señales que nos indican que el peque ya no quiere más.

Forzar a comer aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad porque no estamos dejando que el pequeño haga caso a sus señales de saciedad y, además aumenta el rechazo por los alimentos.

 

Consejo 4. No comer con distracciones (juguetes, pantallas)

Hemos explicado que los bebés saben reconocer las señales de su cuerpo les manda en relación al hambre y a la saciedad.

¿Pero qué ocurre si el peque está distraído durante la comida? Pues que no es capaz de prestar atención a estas señales y puede comer más de lo que de verdad necesita o menos, nitampoco estamos dejando que descubra y se familiarice con la comida, por lo que no está creando una relación sana con los alimentos. Así que, a la hora de la comida, nada de pantallas ni distracciones.

 

Consejo 5. Comer juntos toda la familia

Normalmente a los bebés les genera mucho interés lo que comen sus padres. ¿Cuántas veces un peque no ha querido comer en su trona y después cuando te lo pones en tu regazo a la hora de comer lo quiere tocar todo?

Vernos a nosotros, despierta en los bebés el deseo por imitación. Así que, siempre que se pueda, comer juntos y lo mismo, verás cómo come más.

Os aconsejamos que tengáis muchísima paciencia, es un proceso lento, pero merece la pena ser constantes y hacerlo bien, se están forjando las bases en las que se regirá el resto de su vida. Como dice el refrán; ‘’despacito y buena letra’’.

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