Escrito por Yanira Blanco

Cómo fomentar el apego seguro en el bebé

A través de este artículo descubriremos cómo el apego seguro en el bebé puede fortalecer la conexión emocional entre padres e hijos. Vamos a explorar técnicas efectivas y consejos prácticos que os ayudarán a fortalecer este vínculo.

Fomentar el apego seguro en el bebé

Existen diferentes claves que nos ayudarán a fomentar el apego seguro en el bebé. Pero antes de explorarlas, es importante que entendamos qué es el apego seguro.

El apego seguro es el vínculo emocional que se crea entre un niño y sus progenitores. La principal base de este vínculo es la confianza y el afecto mutuo. El desarrollo emocional y social del niño está condicionado por las experiencias vividas en los primeros años de vida. Establecer un vínculo saludable con los bebés desde que nacen les proporcionará una base sólida, en la que los pilares fundamentales serán la confianza, seguridad y autoestima. De esta forma, a medida que el bebé vaya creciendo, le ayudará a establecer relaciones más saludables con su entorno.

Algunos estudios han demostrado que no todos los niños desarrollan un apego seguro a pesar de que los progenitores les proporcionen un ambiente adecuado. Se ha comprobado que también influyen los factores genéticos y epigenéticos. Es decir, algunos bebés tienen una predisposición genética a crear vínculos más profundos y en cambio, hay otros que crearán otro tipo de apego.

Tipos de apego

El vínculo que creamos con nuestros progenitores en la infancia dependerá de la forma en la que nos cuiden. Dependiendo de cómo satisfacemos la necesidades físicas y emocionales de nuestro bebé contribuirá en los diferentes tipos de apego que existen en la edad adulta. Los podemos clasificar en estas cuatro categorías.

 

1. Apego seguro

Los niños con apego seguro se sienten queridos, aceptados y valorados. Esto es fruto de cuidadores que les han proporcionado no solo cuidados físicos sino también emocionales. Son niños que saben que en momentos de dificultad pueden acudir a sus progenitores. La relación basada en confianza y seguridad, hace que aumente la autoestima de estos niños, lo que les proporciona una mayor independencia en la vida adulta, mejores relaciones interpersonales y vínculos afectivos, y, por último, no le tienen miedo al abandono.

 

2. Apego ambivalente o ansioso

Aparece cuando los progenitores que han estado al cuidado de estos niños lo han hecho de forma intermitente. El niño no confía en sus cuidadores, lo que les provoca un sentimiento continúo de inseguridad. Estos niños tienen mucho miedo e angustia a la separación, y les cuesta mucho calmarse cuando los cuidadores vuelven. Este tipo de apego provoca en la edad adulta dificultad en las relaciones interpersonales con otros adultos, especialmente las amorosas. Suelen ser adultos que presentan dependencia emocional.

 

3. Apego evitativo

Aparece cuando los progenitores actúan de forma fría a nivel emocional, no se hablan de emociones, no hay validación emocional ni tampoco escuchan. Son cuidadores que no demuestran signos de afecto, amor o cariño.

 

4. Apego desorganizado

Es uno de los menos comunes e inusuales. Es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo. Los niños presentan comportamientos contradictorios y confusos hacia sus progenitores. Se suele relacionar con experiencias traumáticas o abuso en la relación con los cuidadores principales. De adultos suelen ser personas con mucha ira, y con un carácter negativo.

 

Cómo criar con apego seguro

A continuación, os vamos a dejar unos puntos clave que os pueden ayudar a criar con apego seguro a vuestros bebés.

 

1. Acepta a tu hijo

Es muy importante aceptar a los hijos tal y como son, con sus fortalezas y debilidades. De esta forma no esperaremos más de lo que no puedan ofrecer.

 

2. Atiende a sus necesidades

No solo hay que atender a sus necesidades físicas, tales como, proporcionarles alimento, cambiar pañales y ducharles. Sino que también se deben cubrir sus necesidades emocionales, proporcionándoles protección y seguridad siempre que lo necesiten. Escucharles, entenderles y estar presentes siempre que se pueda.

 

3. No le dejes llorar solo

Cuando un bebé llora hay que calmarle. Es necesario cogerlo en brazos y no dejarle llorar solo. Los bebés necesitan sentir y oler a sus padres. De esta forma, le estás ayudando a entender que cuando tiene un problema o se siente mal puede contar contigo.

 

4. Pasa tiempo con el bebé

Pasar tiempo de calidad con ellos, escucharlos, jugar con ellos. El juego es una forma de comunicación. Se pueden aprender muchas cosas a través del juego y además aumenta el nivel de felicidad.

 

5. Establece rutinas y pon límites

Es importante que los niños tengan claro qué es lo que está bien y lo que está mal. Establecer límites les proporciona seguridad.

 

6. Fomenta la autonomía

Es importante dejarles hacer cosas por ellos solos y no sobreprotegerles. De esta forma los niños aumentarán la confianza en ellos mismos y favorecerá su autonomía.

 

7. Contacto emocional y físico

El masaje infantil es una práctica que ayuda a fomentar el apego con los bebés a través del sentido del tacto. A través del masaje se puede interaccionar y comunicar mejor con el bebé. A través de la estimulación que recibe el bebé cuando le damos un masaje les ayuda a relajarse, a sentirse seguros, fortaleciendo de esta forma el apego con sus cuidadores.

 

Cómo saber si mi hija/o tiene apego seguro

Después de todo lo que os hemos explicado seguro que os estáis preguntado cómo saber si mi hijo/a tiene apego seguro. Las características principales que se observan en la conducta de un apego seguro son:

  • El niño busca constantemente al progenitor, le gusta su compañía, busca tener contacto visual, busca protección y afecto.
  • Es independiente a la hora de explorar cosas nuevas, se siente seguro y protegido.
  • Si el progenitor se va, el niño se pone triste a su partida, pero cuando se reencuentran se pone contento.
  • Tiene seguridad emocional.
  • Crea buenas relaciones con otros adultos que no son sus cuidadores principales y también con otros niños.
  • Cuando se siente triste, llora, se frustra, busca siempre a sus progenitores para que le reconforten.

En resumen, todos los niños nacerán con un instinto de apego hacia sus progenitores. Es importante recordar, que la manera en la que nos relacionemos con ellos desde su nacimiento repercutirá en la forma que tendrá de relacionarse en un futuro, tanto en su entorno, como en las relaciones interpersonales con otras personas. Fomentar un apego seguro con tu bebé contribuirá en su bienestar emocional, proporcionándole una mayor seguridad y autoestima.

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