El primer sonajero
Para potenciar habilidades como la psicomotricidad y la coordinación, los juguetes que emiten ruidos y responden a acciones, como los sonajeros, son muy adecuados y proporcionarán a vuestro pequeño una sensación de control.
Jugad con el bebé, ponedle caras divertidas y usad una voz aguda para decirle lo mucho que lo queréis. Él responderá con contracciones y moviendo la boca, incluso puede que saque la lengua y sacuda el cuerpo. Los bebés desarrollan muy pronto un buen sentido del humor. Por ello, a partir de las seis semanas, se os caerá la baba al ver cómo sonríe, lo que indica su deseo de sociabilizarse.
A medida que logre controlar la cabeza, animadlo a levantarla sosteniendo sobre él un juguete. Los músculos de la espalda y de los hombros cobrarán fuerza, y una vez aprenda a sentarse, podéis jugar con él a juegos que le animarán a girar.
Vuestro bebé tendrá distintas reacciones ante diversos estímulos y rasgos que caracterizarán su personalidad, una serie de reflejos o movimientos inconscientes que le podéis estimular desde el primer momento.
- Reflejo de Prehensión: El bebé toma todo lo que se le pone en la palma de la mano y no lo suelta.
- Reflejo Perioral: Es el instinto más básico, y el que ayuda al bebé a encontrar el pecho de la madre y mamar.
- Gateo: Al colocar al bebé sobre vuestro estómago, adoptará de inmediato lo que parece ser pero no será una posición de gateo.
- Reflejo de Deambulación: Al sostenerlo por las axilas, moverá las piernas en una acción de caminar. Este reflejo aparecerá cuando tenga de tres a seis semanas.
- Reflejo de Posición: Al sostener al bebé en posición erecta y poner la parte delantera de la pierna en contacto con el borde de una mesa, levantará el pie como si se tratara de un paso. El mismo reflejó está presente en el brazo.