Cuidados del bebé tras poner las vacunas
La vacunación es una de las medidas más importantes para proteger a los bebés contra enfermedades graves. Aunque las vacunas son seguras y eficaces, después de la administración pueden surgir algunos efectos secundarios que requieren cuidados especiales. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los cuidados del bebé tras poner las vacunas, desde las vacunas obligatorias hasta cómo tratar los posibles efectos secundarios para que tu pequeño esté cómodo y seguro.
Vacunación del bebé: vacunas obligatorias y vacunas opcionales
El calendario de vacunación en bebés está diseñado para protegerlos de enfermedades infecciosas graves que pueden comprometer su salud. En muchos países, la vacunación de los niños sigue un esquema obligatorio que incluye varias dosis de vacunas durante el primer año de vida. Es fundamental que los padres sigan este calendario para asegurar que sus hijos estén debidamente protegidos. En España, el Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones establece un calendario de vacunación que incluye tanto vacunas obligatorias como vacunas opcionales.
Vacunas obligatorias
Las vacunas obligatorias son aquellas que los bebés deben recibir según las normativas de salud pública del país en el que vivan. En España, depende de cada comunidad autónoma, el calendario vacunal varia, estas son las que recomienda el Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones:
- Hepatitis B (HB): a los 2, 4 y 11 meses. En bebés con madres que tengan la enfermedad, la primera dosis se administraría tras el nacimiento
- Difteria, Tétanos y Tos ferina (DTPa/Tdpa): A los 2 y 4 meses, y refuerzos a los 11 meses, 6 años y 12-14 años.
- Vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI): A los 2, 4, 11 meses y refuerzo a los 6 años.
- Haemophilus influenzae tipo b (Hib): A los 2 Y 4 meses, y refuerzo a los 11 meses.
- Neumococo (VNC): Tres o 4 dosis: pauta 2+1 con la VNC15 (2, 4 y 11 meses) o pauta 3+1 (2, 4, 6 y 11-15 meses) con la VNC20.
- Rotavirus (RV): A los 2, 4 y, en algunos casos, a los 6 meses (dependiendo del tipo de vacuna).
- Meningococo B (MenB): A los 2, 4 y 12-15 meses.
- Meningococos C y ACWY (MenACWY): A los 4 meses y refuerzo a los 12 meses.
- Varicela (Vr): Primera dosis a los 15 meses, y refuerzo a los 3-4 años.
- Triple vírica (Sarampión, rubeola y parotiditis) (SRP): A los 12 meses y refuerzo a los 3-4 años.
- VPH (Virus del Papiloma Humano): A los 10-12 años (en ambos sexos).
Además de estas, hay otras vacunas específicas dependiendo del país y las recomendaciones de las autoridades sanitarias locales.
Vacunas opcionales
Por otro lado, existen vacunas que no son obligatorias pero que pueden ser recomendadas dependiendo de factores de salud, condiciones ambientales o el historial médico del bebé. Algunas de estas vacunas opcionales incluyen:
- Vacuna contra la Gripe (Influenza): Anualmente, especialmente recomendada para niños a partir de los 6 meses que tienen factores de riesgo (como enfermedades crónicas).
- Varicela (en algunos casos): Para niños que no han recibido la vacuna a los 12 meses, y para aquellos que no han pasado la enfermedad.
- Meningococo B (En algunas comunidades autónomas): A partir de los 2 meses.
- Neumococo (en algunas situaciones): En situaciones específicas, como cuando hay factores de riesgo o el niño tiene problemas de salud que aumentan la vulnerabilidad a infecciones pulmonares graves.
- Hepatitis A (en algunas comunidades autónomas): Aunque no es una vacuna obligatoria, puede recomendarse en determinadas zonas o situaciones epidemiológicas.
- Vacuna contra la tuberculosis (BCG): A los recién nacidos en determinadas comunidades autónomas.
- Virus respiratorio sincitial (VRS)- Nirsevimab (anticuerpo anti-VRS): Bebés nacidos a término (a partir 35 semanas de gestación y niños menores de 2 años que hayan nacido prematuros (antes de la semana 35) o aquellos que tengan condiciones médicas subyacentes que aumenten su riesgo de bronquiolitis grave.
Es importante hablar con el pediatra para determinar si estas vacunas adicionales son necesarias para tu bebé, ya que pueden ser especialmente recomendadas en situaciones de riesgo.
Posibles efectos secundarios de las vacunas en los bebés
Es común que después de recibir una vacuna, el bebé experimente algunos efectos secundarios. Estos suelen ser leves y temporales, pero pueden generar preocupación en los padres. Sin embargo, estos efectos secundarios son una señal de que el sistema inmunológico está respondiendo correctamente a la vacuna.
Efectos secundarios comunes
- Fiebre: Es uno de los efectos secundarios más comunes. La fiebre ligera (generalmente menor de 38,5°C) suele aparecer dentro de las primeras 24 horas después de la vacunación. Es una respuesta normal del cuerpo.
- Enrojecimiento o hinchazón en el sitio de la inyección: Es posible que el área donde se administró la vacuna se vuelva roja, inflamada o incluso dolorosa al tacto. Esto es completamente normal y generalmente desaparece después de uno o dos días.
- Irritabilidad o llanto (1): El bebé puede sentirse más irritable de lo habitual durante las primeras horas después de la vacunación. Esto también es un efecto secundario común, ya que el pequeño puede sentirse incómodo o tener algo de dolor en el área de la inyección.
- Somnolencia o cansancio: Algunos bebés pueden sentirse más cansados o somnolientos después de las vacunas. Esto es una respuesta común y generalmente pasa después de unas horas.
Efectos secundarios raros
En casos muy raros, los bebés pueden experimentar efectos secundarios más graves, como reacciones alérgicas severas (anafilaxia), aunque esto es extremadamente poco frecuente. En caso de que el bebé tenga dificultad para respirar, hinchazón en la cara o la garganta, o una erupción severa, se debe buscar atención médica de inmediato.
Si el bebé muestra otros síntomas inusuales, o si los efectos secundarios duran más de dos o tres días, es importante consultar al pediatra para asegurarse de que todo esté en orden.
Cuidados del bebé tras las vacunas
Aunque los efectos secundarios son generalmente leves, los padres pueden tomar ciertas medidas para asegurar que el bebé se sienta lo más cómodo posible durante el periodo posterior a la vacunación. A continuación, te presentamos algunos consejos útiles para cuidar a tu bebé después de que se le hayan administrado las vacunas.
- Aliviar el dolor y la fiebre
Si el bebé desarrolla fiebre, puedes darle un medicamento antipirético recomendado por el pediatra, como el paracetamol, para reducir la fiebre y aliviar el dolor. No se recomienda administrar aspirina a los bebés debido al riesgo de síndrome de Reye, una condición rara pero grave.
Para aliviar el dolor en el área de la inyección, puedes aplicar una compresa fría o una bolsa de hielo envuelta en una tela sobre la zona afectada durante unos 10 minutos. Esto ayudará a reducir la hinchazón y el enrojecimiento.
- Mantener al bebé cómodo
Si el bebé está más irritable o cansado de lo normal, intenta mantenerlo cómodo en su cuna o en tu regazo. Asegúrate de que esté en un ambiente tranquilo y sin distracciones para que pueda descansar adecuadamente.
- Hidratación
Asegúrate de que el bebé se mantenga bien hidratado, especialmente si tiene fiebre. Dale de amamantar con frecuencia si es lactante o asegúrate de que tome biberones de leche si ya está en esa etapa. Si el bebé tiene más de seis meses y ya está comiendo alimentos sólidos (Baby wed-leaning), también puedes ofrecerle agua.
- Observar posibles reacciones
Es importante que los padres estén atentos a cualquier reacción adversa que dure más de dos o tres días o que parezca inusual. Si el bebé presenta síntomas graves, como dificultad para respirar, sarpullido o vómitos persistentes, se debe buscar atención médica de inmediato.
- Evitar exponer al bebé a infecciones
Aunque las vacunas protegen al bebé contra enfermedades graves, el sistema inmunológico del bebé sigue siendo vulnerable en los días posteriores a la vacunación. Por eso, es recomendable evitar lugares con mucha gente o exposición a personas enfermas durante al menos 24-48 horas después de la vacunación.
- No te preocupes si el bebé está un poco más somnoliento
Es normal que el bebé esté más cansado de lo habitual. La somnolencia es un efecto secundario temporal que generalmente desaparece después de unas horas. Permite que tu bebé descanse y se recupere sin preocupaciones.
Conclusión
Cuidar a un bebé después de recibir las vacunas es esencial para garantizar su bienestar y comodidad. Aunque los efectos secundarios de las vacunas suelen ser leves y temporales, los padres debéis estar atentos a las señales del bebé y seguir las recomendaciones de los pediatras para aliviar cualquier malestar. Con el adecuado cuidado y atención, el bebé se recuperará rápidamente y continuará con su desarrollo saludable y protegido.
Si tienes dudas sobre las vacunas o los cuidados posteriores, siempre es una buena idea consultar con el pediatra para obtener orientación personalizada. Recuerda que las vacunas son una de las mejores maneras de proteger la salud de tu bebé y garantizarle un futuro libre de enfermedades graves.