Higiene bucal en bebés antes de la salida de los dientes
La higiene bucal en bebés también es necesaria para cuidar las encías. Te explicamos cómo limpiar la boca de un bebé y cuidar su higiene bucal.
Importancia de la higiene bucal en bebés
Aunque parezca que la higiene bucal en los bebés solo es necesaria cuando ya han salido los dientes, la realidad es otra. Las encías también requieren cuidados desde los primeros días de vida.
La leche materna o de fórmula puede dejar residuos en la boca del bebé, y la acumulación de bacterias puede generar molestias, mal aliento e incluso aumentar el riesgo de infecciones orales.
Además, crear una rutina de higiene bucal desde el inicio ayuda a que el bebé se familiarice con la manipulación oral, lo cual facilita el cepillado una vez que erupcionan los dientes.
Desmontando el mito:
"Hasta que no tengan dientes no hace falta limpiarles la boca".
Falso: La higiene oral debe comenzar desde el nacimiento, enfocándose primero en las encías, la lengua y el paladar

Cómo limpiar la boca de un bebé
La limpieza bucal del bebé debe hacerse al menos una vez al día, preferiblemente después del último alimento o durante el baño, que es un momento de calma ideal para incorporar esta rutina. No se necesita ningún producto especial ni pasta dental.
La Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) indica que lo ideal es comenzar desde el nacimiento, aunque el bebé aún no tenga dientes visibles. Según sus recomendaciones, se debe aprovechar un momento relajado como el baño para limpiar la boca del bebé una vez al día. Se puede usar una gasa húmeda, la punta de un paño limpio mojado en agua o un dedal de silicona, y limpiar con suavidad las encías, lengua, el interior de las mejillas y el paladar.
Paso a paso para limpiar la boca del bebé:
- Lava bien tus manos.
- Usa una gasa estéril, un paño limpio o un dedal de silicona para higiene oral infantil.
- Humedece el material elegido en agua potable.
- Envuelve la gasa en tu dedo índice y pásala suavemente por las encías, lengua, mejillas internas y paladar.
- Realiza movimientos suaves, sin presionar. El objetivo es eliminar residuos de leche y mantener la boca limpia
¿Qué pasa si mi bebé tiene la lengua blanca?
Es bastante común que los bebés tengan una capa blanquecina en la lengua, especialmente si están alimentados con leche materna o de fórmula. En la mayoría de los casos, se trata simplemente de restos de leche, que desaparecen al seguir esta rutina de limpieza diaria.
Sin embargo, si la capa blanca no se elimina fácilmente o se extiende a otras zonas de la boca, como encías o mejillas, es posible que no se trate solo de leche. Puede ser candidiasis oral (muguet), una infección por hongos que requiere valoración pediátrica y tratamiento antifúngico.
También es importante considerar si el bebé tiene un frenillo lingual corto (anquiloglosia). Esta condición puede dificultar la succión eficaz y favorecer la acumulación de leche en la lengua, generando una apariencia blanquecina persistente.
* En estos casos, lo mejor es consultar con un pediatra, odontopediatra o asesor/a de lactancia para evaluar la situación y actuar adecuadamente.
Consejo práctico:
Si aprovechas un momento tranquilo como el baño, es más probable que el bebé acepte la rutina de forma relajada. Esto no solo facilita la higiene, sino que también convierte el proceso en una experiencia agradable para ambos.

Mi bebé babea más
Es común que alrededor de los 4 meses los bebés empiecen a babear más, llevarse objetos a la boca o incluso morder. Muchos padres interpretan estos signos como la inminente salida de un diente, pero esto no siempre es así.
La fase oral: ¿Todos los bebés babean porque les va a salir un diente?
No necesariamente. La fase oral es una etapa normal del desarrollo infantil que comienza aproximadamente entre los 3 y 4 meses. En esta fase, el bebé explora el mundo a través de la boca, lo que puede generar algunos síntomas comunes:
• Aumento de la salivación (babeo).
• Deseo constante de chupar, morder o llevar objetos a la boca.
• Encías más sensibles o ligeramente inflamadas.
Este comportamiento es normal y no siempre indica la erupción de un diente. De hecho, muchos bebés presentan estos signos meses antes de que asome el primer diente, que suele aparecer entre los 6 y 10 meses, aunque hay casos completamente normales de erupción más temprana o tardía.

Cómo limpiar las encías a un bebé que babea o que empieza a tener las encías inflamadas
Cuando notes que tu bebé babea más o tiene encías inflamadas, la higiene bucal se vuelve aún másimportante. Para limpiar sus encías de forma segura (como hemos comentado anteriormente) y aliviar molestias:
• Usa una gasa estéril o un dedal de silicona humedecido en agua potable.
• Limpia con movimientos suaves las encías, lengua, mejillas y paladar. Realiza una leve presión. Esto puede ayudar a aliviar las molestias de la inflamación (erupción de los primeros dientes)
• Puedes enfriar la gasa o el dedal unos minutos en la nevera para proporcionar un efecto calmante.
• Ofrece mordedores fríos para aliviar la incomodidad.
Importante: Evita el uso de geles anestésicos o productos. Algunos, aunque indiquen que sí se recomiendan para la dentición, no están recomendados debido a posibles efectos secundarios.
Conclusión:
La higiene bucal en bebés debe comenzar desde el nacimiento, incluso antes de que aparezcan los dientes. Limpiar encías, lengua y mejillas al menos una vez al día ayuda a prevenir infecciones, a establecer hábitos saludables y a preparar el terreno para la futura dentición. Además, estar atentos a señales como la lengua blanca persistente permite detectar posibles problemas como candidiasis oral o frenillo lingual a tiempo. Consulta siempre con un profesional ante cualquier duda